sábado, 25 de febrero de 2012

El rey y la cortesana

Cuentan las leyendas que los reyes tenían amantes. Cortesanas que accedían a los deseos de los monarcas a cambio de favores, unas veces importante, otras simples gestiones administrativas para soluciones problemas familiares. Pero las diferentes categorías de amantes hace que con el transcurso de los siglos se hayan acuñado grandes propiedades, castillos, masías, cortijos, o condominios nacidas del erario público i ahora en manos de los herederos, de Dios sabe cuantas generaciones, de cortesanas complacientes con la realeza. Los reyes siempre han buscado fuera de su sacra alcoba real los placeres carnales y esto yo no se si es bueno o es malo, pero me da que en muchas ocasiones ha podido actuar como una desamortización, es decir trasladar un aparte de las grandes fortunas reales al pueblo o una nobleza de nuevo cuño.
Ahora ya estáis pensando que se ma ido la olla. Cuelgo una foto de un portón y las neuronas me llevan a las amantes de los reyes y la desamortización. Tenéis razón, es lo que suele suceder cuando se desata desenfrenadamente la mente de un géminis, que viendo arrastrarse un escarabajo acaba desarrollando la teoría  de la relatividad, pasando los los zonas oscuras de las cocinas y la caída de los desagües, para llegar al mar y plantearse la inmensidad del Universo. ¿Os acordais de los Toreros Muertos y su "Agüita amarilla"?. Pues es un poco esto.
Per es una historia real que voy a abreviar: Esta es la puerta de una garaje, que en su tiempo fue una caballeriza donde guardaba su carruaje el Rey Alfonso XIII cuando venía a visitar a su amante a la que había comprado una gran propiedad en una playa cercana a Tarragona. Y no quiero dar más detalles que luego se sabe todo. Pero certifico que el portón se conserva casi idéntico, no el interior del local.
Por eso cuando pasamos por delante de una de esas casas antiguas, con esos portalones no dejo de imaginarme historias de reyes, cortesanas, caballeros andantes, guerreros, trovadores, forajidos, y cualquier cosa menos el típico tractor Ferguson que seguramente es lo que guarda en su interior.

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