jueves, 16 de febrero de 2012

Foie de canard

Parece ser que la ola de frio siberiano se ha terminado. Vamos bien. Pero sigue el frio. Seguimos yendo bien. Por eso me atrevo a ir saliendo un poco del caparazón, quitarme la gorra con orejeras y enfilar un poco hacia la naturaleza que parece revivir un poco. Febrero tiene una magia especial, es un mes de nieve y de frío, pero de sol y algunos atisbos de aproximación a la primavera, el día se va estirando y quienes mas lo notan son los animales que durante el frío intenso que han soportado a penas nos hemos fijado en ellos, como por ejemplo los patos. De todas las razas de patos, actualmente parece que sólo existen los cisnes que sirven para encandilar a los niños "ira el quac quac, nen ",  y luego no hay quien los saque del lago, claro. Pero están los otros patos, esos que se sirven en las mesas de alto copete y los llamamos "foie", porque en realidad es eso del "foie", que está tan de moda es un pato, mas bien dicho una parte del pato concretamente el hígado.
Pero no es un  pato como los de la foto, que andan libremente sobre las aguas heladas o semiheladas de los lagos y los remansos de los ríos, seres libres que aguantan temperaturas extremas y que hace años que han decidido no ir más al sur resistiendo su instinto migratorio porque son listos y han descubierto que aguantando un par de oleadas de frío pronto les llega la bonanza y pueden retozar en nuestros charcos.
Que cruel diferencia con esos otros patos que no vemos nunca o casi nunca, porque os recomiendo que que si os quieren enseñar una granja de patos os neguéis rotundamente. Es cuando cambia de nombre y le llamamos "canard" como si el hecho de decirlo en francés ya nos absolviera de cualquier culpa, es como una bula gastronómica que extienden los grandes chefs y charcuteros. "Foie de canard". Esta rico, riquísimo, es exquisito, pero sólo de pensar la hijaputez que le hacen al pobre "canard" me dan ganas de no probarlo nunca más. Me río de esa tortura a la que está sometido el toro de lidia, el de la "Fiesta Nacional", que a pesar de lo sanguinario que resulta  el animal muere con una cierta dignidad que no apruebo en absoluto. Pero el pobre "canard"........No hace falta que os lo explique, de todos es sabido lo que le hacen, es una canallada, una lamentable práctica agropecuaria que debería extinguirse y ser perseguida por la ley.
No me digais que no da alegría ver a esos patos retozando sobre las aguas heladas del lago de Puigcerdà, inquilinos permanentes, agradables compañeros del visitante, atracción de los niños y mayores. Un animal inteligente y socialmente integrado a las costumbres humanas, algunos hacen incluso de guardianes de las granjas. Da gusto verlos tan alegres  y activos, agradecidos de que les des cualquier cosa de comer que no lo necesitan en absoluto porque son autosuficientes pero se acercan al hombre y le ríen las gracias.
¿Se merecen estos agradables colegas que unos perversos granjeros los conviertan en "foie de canard"?

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