He querido titular esta entrada con un "Temps era Temps" porque hace dos días colgué esta foto en el Facebook y un colega mío concretamente Sergio Carmona, uno de los mejores fotógrafos deportivos, me hizo esta observación. Son tiempos que no volverán. Es probable que algún deportista de élite tenga una buen amistad con determinado periodista o reportero gráfico, difícil pero posible. Pero estamos hablando de una época en la que no era necesario tener una fuerte amistad con los jugadores de fútbol y en general todos los deportistas de élite para que se compartieran ratos realmente entrañables.
Todo comienza a cambiar cuando algunos compañeros de oficio aprovechando la confianza que nos daban los deportistas, sobre todo los futbolistas, quiere sacar partido profesionalmente a cambio de una plato de lentejas. No voy a dar nombres porque además utilizando la estrategia uno de ellos ha llegado lejos. Pero comienza a crecer la desconfianza, comienzan a crearse barreras, una cámara fotográfica comienza a representar un peligro para los deportistas, se traiciona la intimidad cada vez más, las revistas pagan, migajas pero pagan, y los deportistas ven agredida su intimidad. Lentamente las puertas se van cerrando para todos hasta que hemos llegado a ser un enemigo declarado al que se le comunican las cosas a través de Twitter o Facebook, a través de las páginas oficiales de los clubs y entra en escena el fotógrafo del club, los periodistas del club, el departamento de prensa del club. Fuera una barrera infranqueable que te separa definitivamente del deportista.
Tampoco es que sea necesario entablar amistad a ningún nivel para que un fotógrafo de prensa ejerza su trabajo dignamente. No es necesario. Pero era realmente maravillosos estar al lado de los deportistas, reir y llorar con ellos en los triunfos y las derrotas, pasar ratos agradables jugando a las cartas, al tenis, haciendo bromitas y aceptando algún remojón de vez en cuando. "Temps era temps".
Esto es lo que me hizo decidir definitivamente que sería reportero gráfico. Después de muchos años como deportista de élite, dos mundiales una olimpiada y más de 300 carreras internacionales, este oficio me permitía seguir en contacto con deportistas de élite, estar sobre el terreno, lo mismo en el fútbol que en otros deportes, carreras de coches motos, ciclismo, etc. etc.
En 1977 con motivo de la Final de la Copa de Europa entre La Roma y el Liverpool, una vez finalizado el encuentro los vencedores, el Liverpool, abrieron las puertas de los vestuarios a la prensa. Los jugadores estaban celebrando la victoria en una inmensa bañera, desnudos y pasándose la Copa de uno a otro. Nos invitaron a cava y nos regalaron toda la ropa de recambio que llevaban, pantalones camisetas, calcetines, etc.
Nunca se publicó ninguna foto indiscreta de esta celebración, a nadie se le ocurría quebrantar la confianza.
Pero tarde o temprano tenía que pasar y fue en Valencia tras una victoria del Barça en la Coa del Rey que se rompió el compromiso. Que pena me da. Y las puertas se fueron cerrando.
Por cierto tanto la camiseta del Liverpool como los pantalones que me regalaron en Roma se quedaron el la cárcel Modelo de Barcelona tras un partido amistoso entre presos y prensa. Se me ocurrió lucir el equipamiento del Liverpool del cual un preso se encaprichó enfervorecidamente...no pude decirle que no. Era un chico joven marroquí y seguro que para él significaba mucho mas que para mi, sobre todo después de la paliza que nos dieron: creo que fue un 7 a 3. Iban como motos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario