viernes, 23 de diciembre de 2011
Venezia. Una imagen anticrisis
La verdad es que no tengo ganas de escribir nada sobre esta foto. Me la miro a veces y me viene a la memoria el buen rato que estuve sobre el puente de Rialto observando las mil piruetas que los gondolieri efectúan constantemente sobre el gran canal, unas veces para esquivarse entre ellos, otras para dejar pasar a los taxis y los vaporetti que no so otra cosa que autobuses acuáticos. Es como un baile anárquico porque nadie sigue ninguna regla, cada goldoliere ejecuta su particular ballet y entre todos logran una de las estampas más curiosas de la Tierra. Me va pasando el tiempo y no dejo de mirar hasta que la luz del sol deja de ser un radiante foco y empieza a convertir el agua de Venezia en un espejo plateado que me obliga a sacar la máquina y disparar algunas fotos. No hace falta ni comentarlas, no hay que ser maestro ni artista para captar una imagen impactante. Por eso no quiero hacer ni un sólo comentario sobre esta foto, basta con mirarla y darse cuenta que por mucho que haya en el Mundo gente que intente amargarnos la vida el sólo hecho de existir y poder contemplar esta belleza lo paga todo. No tiene Precio.
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doncs tens raó...
ResponderEliminartenim sort d'haver gaudit d'aquesta i altres contemplacions...
i "capturar-les"...
i compartir-les...
tenim sort,
de saber gaudir de momentsúnics i irrepetibles, com diu el mestre Manel "Frikosal"
s@lut
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl Frikosal mes que un mestre es la llum que ens guia, el poquet que ens deixem guiar
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