lunes, 19 de marzo de 2012

De Cesar a Messi, regreso al futuro

Aquí están la pruebas. Se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. A veces nos resistimos a creerlo, pero traigo pruebas. Una foto hecha por mi Padre hace más de cincuenta años, con una Leica y un objetivo de 70mm. Nada de foco automático, nada de disparo a ráfaga, una película de escasa sensibilidad, es más la Leica no era réflex, se enfocaba por el visor con un telémetro que cuando las dos imágenes estaban superpuestas daban fe del foco. Que difícil!!
Pero los maestros tenían sus "truquillos", sabían que la mayor parte de las jugadas interesante se producían a unos pocos centímetros del área pequeña y tenían el foco preestablecido en ese punto, de tal forma que con un pequeño movimiento podían corregir metro adelante metro atrás. Genial.
Así trabajaban los Postius, Ramón Dimas, Bert, los Perez de Rozas, Pepe Valls, etc etc etc.
Y cómo no mi Padre.
Así aprendí yo, sentado a dos metros de la linea del área pequeña con una Contax, yo no tenía Leica..... y un objetivo de 80 mm. Qué feliz era allí sentado al lado de los grandes maestros. Bueno más que a su lado al otro lado, esperando cubrir una foto diferente, inédita y a ver si se fijaba el editor del diario. Cuanto se aprende madre mía.


Ahora las cosas son diferentes. El Mundo ha evolucionado, las cámaras fotográficas ofrecen una infinidad de recursos inimaginables en aquella época aunque algunos soñábamos con algo así: Un teleobjetivo de 300mm con una brutal apertura, f. 2,8, una cámara digital Canon EOS 5D con la que puedes disparar  en una tarde de fútbol a 500/s, f.4,5  por ejemplo. Ver al instante el resultado de la foto, poderla  mejorar luego con el Photoshop dándole el contraste adecuado y la saturación correcta. Un mundo de opciones que hace de la foto actual una especie de imagen virtual echa realidad y enviada al periódico en menos de 30 segundos.
Que lejos queda aquella aventura, si si una aventura, la de irse corriendo al laboratorio, revelar el negativo, secarlo rápidamente, pasar al película por la ampliadora, elegir la foto y el encuadre, impresionar el papel, revelarlo, secarlo y largarse corriendo al periódico para que el director se enamorara de la foto.
Arte ejecutado a toda velocidad, sin márgenes para el error.
Era mejor aquello? Es  mejor lo de hoy?
Son dos mundos, ni comparables ni discutibles. Yo, cómo los de mi generación hemos tenido la ocasión de vivir la prehistoria de la fotografía y la borrachera tecnológica actual. La evolución lenta pero constante ha sido apasionante, cada años una mejora, un invento, un paso más, hasta llegar a lo que es hoy en día: una brutalidad técnica.
Eso es bueno o es malo? Ni bueno ni malo es la evolución pura y dura y si me apuran podría decir que el fotógrafo es una especie de "autómata" que pone la máquina en una dirección, aprieta el gatillo y la cámara vomita 12 imágenes por segundo de alta calidad. 
Pero ese "autómata" decide mucho sobre la foto, determina qué ángulo del campo quiere cubrir, debe intuir lo que va a suceder, verlo y disparar, y teniendo en cuenta que él no ve la tele con sus 20 cámaras y todas las repeticiones, está sentado en el suelo, debe también estar muy atento a todo lo que sucede a su alrededor.
Ahora el fotógrafo deportivo dispone de una herramientas extraordinarias, pero se le exige mucho más y tampoco es tan fácil como puede parecer. 
Detrás de la cámara siempre hay un ser humano que decide como en tiempos pasados.
He querido hacer esta comparativa con dos fotos de los futbolistas de actualidad. Messi está aun gol de batir o igualar el récord de Cesar Rodriguez, el más grande de los goleadores del Barça.
La foto de Cesar es de mi Padre, la de Messi es mía. A mi me hubiera gustado hacer la de Cesar y estoy seguro que a mi Padre le hubiera gustado hacer la Messi.



viernes, 16 de marzo de 2012

Basora Y mi padre

Nos ha dejado uno de los grandes del F.C. Barcelona, Estanislao Basora. El extremo mágico que ponía en bandeja de plata los balones a Kubala. Era el Barça de las 5 copas. Todos los medios de comunicación se han hecho eco de la triste noticia, porque Basora era un hombre afable, sencillo y nunca antepuso su ego al equipo del que él formaba parte.
He seleccionado eta foto de mi padre. Realmente es una jugada más de interior que de extremo en el campo de Les Corts. Basora valía para todo. Era una gran dominador del balón, un "jugón" de los que le gustan a Guardiola.
Aprovecho para resaltar el gran trabajo que hizo mi padre en aquellos años en los que pocas personas a parte de los miles de socios creían que eso del Barça y del fútbol acabaría acaparando la atención mundial, paralizando, ciudades y países y levantando pasiones a extremos insospechados.
Un pequeño homenaje a ambos, al futbolista y al notario de la actualidad como se solía definir a si mismo mi padre. Dos grandes personas cada una en su faceta, pero unidas en su sencillez, carisma y por su amor al Barça. Va por ellos.